Reseña

"Mi libro no es una fórmula, es la búsqueda de una variable"
El fin de las universidades tal como las conocemos se aproxima. Esta afirmación, que para muchos puede parecer sensacionalista, es una realidad. Libros de especialistas, artículos en los medios, documentales en diferentes plataformas, diagnósticos de expertos de diversas tendencias e ideologías, jóvenes que argumentan la inconveniencia de
endeudarse por un "cartón" y tratan de encontrar caminos diferentes al tradicional para entrar al mundo laboral, padres de familia que dudan sobre las carreras de tres o cinco años para sus hijos e interesados en entender cómo funciona "lo de los cursos que dictan en internet por mucho menos dinero", eran un murmullo y ahora son una alarma que no para de sonar.
¿Es verdad que desaparecerán las universidades? ¿A dónde deben dirigirse los jóvenes que se quieren preparar para la vida laboral o las personas de la generación X y los baby boomers convencidos de que su educación es una apuesta para mantenerse activos? ¿En qué consiste este fin y qué debemos esperar y exigirle a la educación con la que nos prepararemos para el futuro? "X" representa esa variable desconocida, esa respuesta que todos los que formamos parte del ecosistema de la educación buscamos encontrar.
Como ustedes, yo también tengo preguntas y busco respuestas sobre lo que sucederá con la educación. Cuando hace falta información se acude a los libros, pero escribo este libro porque nos sobra, nos bombardea y nos abruma la información y nos impide ver con claridad dónde estamos parados y hacia dónde debemos dirigirnos en el futuro. "X" es en un mapa, el punto de partida y, al mismo tiempo, "X" es también la marca que repintamos en ese mismo
mapa para tener claro el punto al que queremos llegar.
Escribí X, el futuro de la educación, porque siento que como miembro de la comunidad tengo un compromiso. Este libro, que no pretende entregar respuestas académicas o especializadas, es más bien una colección de opiniones, preguntas, respuestas, precisiones y microhistorias recolectadas a lo largo de mi carrera. Es para los estudiantes y sus padres, porque he escuchado sus miedos y sus quejas, así como los retos que están dispuestos a asumir y las ventanas y sueños que con la tecnología al servicio de la educación pueden conseguir. Es para los inquietos que tienen esperanzas en la educación como semilla de progreso y felicidad. Estoy seguro de que, a medida que lean un párrafo de un capítulo aquí y una microhistoria de otro capítulo más allá, y lleguen al final de estos X capítulos, habrán juntado en una caja muy personal las herramientas para tomar decisiones sobre su educación, sobre dónde, cómo, qué y con quién hacer equipo para educarse.
Los invito a formar parte del grupo que se toma en serio la educación.