Reseña

Este libro es producto de la imaginación febril que se le presenta a uno como escritor, cuando le toca realizar un viaje hacia el trabajo de 3 horas diarias de ida y lo mismo de regreso. Se podría asegurar, en un principio, que era un valeroso intento de hacerme el loco para no mirar a la cantidad de gente que viajaba de pie en un viaje tan largo, pero luego concluí que, realmente, era la mejor manera de matar el tiempo mientras llegaba al destino, haciendo algo que fuera verdaderamente productivo (porque la otra posibilidad era ponerme a dormir, ante la modorra que produce un viaje monótono por las carreteras de mi lugar de origen, pero resulta horrible saber que la gente te queda contemplando mientras roncas como si estuvieras en una cama). Muchas historias han sido inventadas a partir de relatos escuchados a los amigos, otros (los primeros) producto de las charlas realizadas en un grupo que tengo con los compañeros de estudio en el bachille-rato, y que son el motivo por el que se bautizó este compendio de cuentos como “Juventud, Tesoro y Promesa”, pues desde los tiempos del colegio uno tenía la esperanza de ser algo diferente y esta colcha de retazos cuentísticos va en ese camino. Los primeros cuentos fueron realizados, como ya mencioné ante-riormente, teniendo como protagonistas a mis compañeros de estudio, quienes han sido un gran soporte a la hora de ayudarme en estos afanes de escritor que intenta, infructuosamente, alcanzar un sueño, algo difícil teniendo en cuenta las limitaciones del día a día y de la realidad de saber que en Colombia esta profesión no es valorada; asi mismo, en estas tierras tampoco tienen por costumbre dedicarse a la lectura. Y aunque la idea original era crear un compendio de historias cervantinas, al final decidí añadir todas las fábulas que se me iban ocurriendo. Por eso, querido lector, encontrará de todo un poco en estos relatos: desde adaptaciones de partes de películas de cine (en especial la película titulada en Colombia: “Irene y yo, y mi otro yo”), hasta vivencias personales, pasando por comentarios casuales de amigos, recuerdos de infancia y adolescencia, reuniones literarias, preocupaciones existenciales y ficciones a partir de una novela que estoy realizando sobre la Conquista. Esperando que puedan disfrutar de estas historias, así como yo he podido recrearme mientras las escribía y, luego, cuando les realizaba los respectivos ajustes. Dicho lo anterior, y solicitando la comprensión de las personas que puedan sentirse afectadas con alguna parte de los relatos, que sólo son ficciones producto de una imaginación que intenta alejarse de la rutina diaria, nuevamente gracias por vol-ver a confiar en otra de mis creaciones… Ibaldo Fandiño Autor