Reseña

En El amor no es como lo pintan el autor nos introduce en su ciudad natal, Manizales, gracias a una historia en la que se habla de amor; pero de una manera poco convencional. Esta no es la típica novela amorosa, aquí se habla del tema de un modo —a pesar de la fantasía— más real y en mi opinión ¡más sensato! Nos deja una visión del amor que se desliga del egoísmo y nos enseña a entregarlo todo, y al mismo tiempo, a mantenerlo dentro de nosotros mismos para que las vainas que uno haga las haga con amor.

Se nos habla de una Manizales sin adornos, con un lenguaje hermoso, pero real. Nos paseamos por una ciudad que ha pasado por mucho, sin embargo, sigue manteniéndose más viva que nunca. Puede parecer ficción, pero yo también he recorrido esas calles, y hoy, a pesar de la distancia, puedo dar fe de que esa pequeña y fría montaña se mantiene cálida y amigable gracias a sus habitantes.

Finalmente creo que esta novela en general nos lleva a la reflexión, es una historia de amor; no obstante, vemos que no son solo besos, palabras hermosas y caricias; sino más bien una invitación a cambiar de estrategia y a dejar de actuar, porque como decía Einstein: «Siempre tendremos los mismos resultados». Me parece que después de leer esta obra se puede cambiar nuestra visión del amor, del enamoramiento y hasta de los enamorados, porque definitivamente el amor no es como lo pintan.