Globalización, TIC y emociones en la educación del siglo XXI: Un reto para el maestro de hoy
“La globalización ha transformado el mundo de una manera vertiginosa haciendo del tiempo de hoy un espacio interconectado, donde la competencia y las ansias del poder se hacen más visible causando conflictos y situaciones que traspasan las fronteras. Del mismo modo también ha influido notablemente en la educación, afectando directamente al individuo y a la sociedad”. Esto lo afirma Zoraida Bohórquez Daza en el capítulo titulado Reflexionando en torno a la Globalización y la Educación, texto inicial de este libro que irrumpe con fuerza en la comunidad académica nacional e interna-cional cual iceberg creando caminos de esperanza en la configu-ración de un sistema educativo diferente. En el libro se aborda la globalización desde la conceptualización y análisis crítico y reflexivo, lo cual permite tener una mirada diferente de este evento a veces magnificado y venerado. En este sentido, Bohórquez exhorta al individuo a darse la oportunidad de configurar su propio mundo y su propia vida, lo que él puede llegar a ser sin necesidad de convertirse en un simple espectador y consumidor de lo que el mundo le presenta. Es significativo el abordaje creativo, crítico y reflexivo algunos interrogantes que ayudan a dar cuenta de la problemática de la globalización en torno a la educación; a). ¿Qué significa el fenómeno de la globalización?, b). ¿Cuál es su incidencia en el ámbito educativo? Las respuestas a estas interrogantes no sólo las ofrece la profeso-ra Bohórquez. En el capítulo Educación en el camino de la Globalizacion, iniciando con una frase de nuestro José Martí: “La ignorancia mata a los pueblos, por esto es preciso matar la ignoran-cia”, Jenny Paola Hernández expresa que a pesar de que el proceso de globalización es un fenómeno inicialmente económico, “en este escrito se abordará la influencia que tal proceso ha tenido en los estilos de vida y la educación”. Hernández significa que la globali-zación es una nueva forma de relacionarse entre las naciones, sus pobladores y de desarrollar sus diversos procesos económicos, edu-cativos, políticos y sociales, y de esta manera configura una relación diádica, dialéctica y dialógica entre Educación y Globalización. La autora concluye afirmando que el proceso globalizador es inevitable, por esto es conveniente asumirlo con tranquilidad, reconociendo la importancia y su papel político en la Educación. Lo anterior es importante para desencadenar procesos que con-tribuyan a Descolonizar el saber, un reto curricular en América Latina, como lo propone Tania Sofía Areiza González, quien reflexio-nar sobre el currículo en América Latina desde la descolonialidad, es decir “desde un proyecto de emancipación que permita a partir de los procesos educativos explorar otras rutas de asumir el conoci-miento, distintas al paradigma dominante, que impuesto autorita-riamente por otros, ha dejado a nuestras comunidades y territorios subordinados a sus intereses de mercado.” Sin lugar a dudas, descolonizar el saber y asumirlo desde la alteri-dad se convierte en un reto curricular en América Latina ya que gran parte de las desigualdades y problemas sociales de nuestros territo-rios, como muy bien lo afirma la autora, son de carácter epistémico, por cuanto un solo un tipo de conocimiento, el mal llamado conoci-miento científico, se ha impuesto como válido, invisibilizando los sa-beres de las comunidades originarias, que son tildados de doxáticos. Una de las propuestas colonizadoras está relacionada con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación aplicadas a la educación, que pretenden imponer un modelo pedagógico basa-do en la tecnología educativa. Precisamente, Gina Paola Godoy Var-gas afirma que el surgimiento de la sociedad de la información o sociedad del conocimiento, “se origina por el acelerado desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en la últi-ma década del siglo XX e inicios del siglo XXI, determinando el naci-miento de la era digital”. De esta manera comienza su capítulo titula-do Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en la educación. A pesar de las fuertes críticas que se le hacen en la actualidad a las TIC, es importante reconocer que todas las actividades realizadas por el ser humano están mediadas por dichas tecnologías, “desde las finanzas, los mercados, los procesos industriales, la salud, los gobier-nos, las comunicaciones, hasta el ámbito educativo”. Godoy recono-ce que en este último son muchos los beneficios que puede generar la implementación de las mismas, desde luego orientadas desde una perspectiva pedagógica. Un criterio similar percibimos en el capítulo Las TIC en la educación colombiana, cuya autora, Ruth Alexandra Ruiz Zamudio, reflexiona acerca del proceso de incorporación de las TIC en Colombia, los factores que condicionan dicho proceso y las condiciones en las que se ha venido realizando dicha incorporación en el país, presentando el análisis de algunos aspectos a tener en cuenta para hacer más productivo el uso de las TIC en la escuela Colombiana. En la actualidad se desarrollan múltiples investigaciones que pro-mueven el uso de las TIC para estimular el desarrollo del pensa-miento crítico, creativo y reflexivo, e incluso para la potenciación de la inteligencia emocional. Sin embargo, Jorge Luis Ospino Jerez pre-senta en este libro una propuesta interesante mediante la reflexión ¿Cómo potenciar el desarrollo del pensamiento matemá-tico, y al mismo tiempo fomentar el desarrollo de las competencias socio-emocionales? Ospino propone integrar las metodologías o estrategias didácti-cas: gestión de aula, metodología estudio de clases y análisis cogniti-vo, con el fin de potenciar el mejoramiento de los desempeños aca-démicos en los estudiantes y el desarrollo integral de los mismos. De esta manera desarrolla un proceso de mejoramiento continuo no solo pedagógicamente sino ontológicamente. Un trabajo similar e igualmente valioso desarrolla Jaesoon Zabala Laverde, plasmado en su capítulo Estudio de clase, una oportunidad de mejoramiento académico. Zabala considera que es indispensa-ble despertar en los docentes capacidades investigativas relaciona-das con la aplicación de estrategias didácticas innovadoras que ge-neren dinámicas de clase en donde se estimule la creatividad, el cuestionamiento, la deliberación y la argumentación de los estu-diantes convirtiéndolo en el propio constructor de sus conoci-mientos. En la misma línea de análisis, Paola Herrera Rodríguez reflexiona sobre La Educación Emocional: una aliada para mejorar el rendi-miento académico de los estudiantes. Esta autora considera que una educación emocional, que busque de manera transversal y permanente en las prácticas pedagógicas una reconciliación entre “la razón y el corazón”, puede convertirse en una de las mejores alia-das para que problemáticas educativas como el bajo rendimiento académico de los estudiantes y los problemas de convivencia que con frecuencia subyacen a este, puedan mitigarse, y que de esta manera podamos mirar al Aula de clase, más allá de ella misma como lo propone Cesar Augusto Tafur Vargas, quien considera que el aula de clase deberá contar con “un excelente clima escolar, donde la vida sea siempre lo más importante, donde esas 4 paredes encierren experiencias gratificantes, sea nicho de investigación, formación, emociones, aprendizajes, conocimientos, construcciones sociales”. Lo anterior es posible si se tiene en cuenta la Importancia de la educación en derechos humanos. En este sentido, Vivian Lorena Vargas Santofimio nos recuerda que desde hace un poco más de seis decenios se ha venido hablando y trabajando por el establecimiento y respeto de los derechos humanos inherentes a todas las personas y en todos los contextos. Para Vargas, “asumir el conocimiento de los Derechos Humanos y todas las implicaciones que ello tiene, es la mejor opción a nivel institucional para abordar las problemáticas planteadas a partir de procesos de investigación que permitan visualizar aquellos factores, causas o aspectos que inciden de mane-ra determinante en el comportamiento de los estudiantes dentro y fuera del aula de clase.” Como se aprecia, estamos en presencia de un libro excepcional, una obra magistral de obligada lectura por todos aquellos acadé-micos que en la actualidad se preocupan por las relaciones entre la Globalización, las TIC y las Emociones con la Educación. ALEXANDER ORTIZ OCAÑA Ph. D. en Educación