Reseña

Este no es un libro escrito desde la distancia académica, es el testimonio de un sociólogo comprometido, cuya voz nace de treinta años de trabajo en comunidades del Chocó, caminando territorios, escuchando saberes, compartiendo sueños. Aquí se reflexiona sobre la educación como una práctica viva, muy activa que entrelaza lengua, memoria, tierra, dignidad, valores y principios, sin olvidar la fe de cada pueblo y la importancia que tiene formar personas críticas.

Este libro invita a pensar la educación como una herramienta de emancipación cultural, de justicia social y de afirmación identitaria. Propone una mirada crítica, que no idealiza ni condena, sino que busca comprender la complejidad de formar seres humanos en contextos atravesados por la corrupción, el racismo estructural, los contextos de violencia, pero también de esperanza.