Reseña

La globalización económica y el rápido y cambiante avance
de los negocios en el mundo actual imponen al derecho de
sociedades la necesidad de evolucionar constantemente
para responder a los desafíos que el nuevo contexto económico
y social le genera: los avances tecnológicos y, entre
ellos, el reciente advenimiento de la inteligencia artificial,
los movimientos que promueven la armonización de las
normas en la materia, la constante e insalvable intervención
del Estado en detrimento de la autonomía de la voluntad y
la búsqueda de un equilibrio entre la flexibilidad y la tutela
de los derechos de los distintos grupos de interés, imponen
adoptar/reformar constantemente instrumentos e instituciones
que garanticen el desarrollo sostenible y responsable
de las empresas y del derecho de sociedades en sí mismo.
Como es natural, la globalización de la actividad mercantil
y la interacción del comerciante en distintos ordenamientos
dificulta la operación y regulación de las empresas.
Las sociedades modernas son cada vez más complejas, con
estructuras organizativas más sofisticadas y con una mayor
participación de actores que antes parecían ajenos a su
funcionamiento, lo que a su vez ha generado importantes
debates entorno al interés social, la creación de mecanismos
para garantizar la transparencia de la información, la protección
de los derechos de los accionistas minoritarios y la
lucha por un desarrollo sostenible del mundo empresarial.