Reseña

El presupuesto participativo debe empezar a visibilizarse no como un proyecto que se ubica en el marco de un programa de gobierno, sino que debe comprenderse como una estrategia potente de participación ciudadana, donde sus actores se involucren desde sus roles en un gran reto, que no es otro que conseguir que la inversión pública sea direccionada a donde debe ir, a combatir las necesidades de
los barrios, verdeas, que si bien es cierto, se debe contar con la parte técnica y profesional de una administración, ante todo que exista la decidida participación activa de líderes adscritos a lo comunal, entre ellos, las juntas de acción comunal (JAC) y las juntas administradoras locales (JAL), pero también las mujeres, jóvenes, adultos mayores, organizaciones civiles, indígenas, afrodescendientes, campesinas,
entre otros; de esta manera, se sentirán representados con las metodologías, las mismas que permiten identificar y priorizar necesidades del contexto y, con ello, planear su desarrollo local, lo cual da paso a una presupuestación más objetiva, cercana a las coyunturas sociales, económicas, ambientales, etc., dando continuidad al proceso, a las iniciativas que vienen de generación tras generación, por ello, se espera a futuro lograr implementar el presupuesto participativo (PP) y
también evaluarlo a través de indicadores reales y pertinentes.