Trabajo de campo. Diarios, relatos y otras elaboraciones etnográficas
Proponemos pensar la etnografía como un trabajo y como parte de un oficio. Una práctica que se realiza en un espacio social, que es el campo, un trabajo, una labor que requiere materiales, prácticas, saberes; un trabajo que se realiza en el tiempo, que enfrenta tropiezos, en el que se toman decisiones, en el que se desarrolla una experticia y del cual resultan unos productos. El proceso se hace visible a los ojos de la sociedad a través de documentos que exponen, al menos en parte, los productos del trabajo realizado. A esos documentos es a lo que llamamos comúnmente etnografías. Y, al igual que sucede en otros casos, los productos del trabajo nos son presentados como acabados, como resultados finales, sin revelar cómo fueron producidos. El trabajo de campo es un proceso social, marcado por el lugar, las gentes y el momento, inserto en trayectorias profesionales, entramado en relaciones y jerarquías individuales e institucionales. En este sentido, la escritura etnográfica, las etnografías, los relatos etnográficos u otro tipo de documentos que resultan del trabajo de campo no pueden ser definidas por un valor que les sea intrínseco. Uno de los intereses de este libro es desafiar ciertos sentidos comunes sobre lo que es, cómo se hace y quién puede hacer etnografía.