Tratado Salvaje
Autor: | Altafulla Dorado, Paula Andrea |
Colaboradores: | Linero Montes, Guillermo (Ilustrador) Linero Montes, Guillermo (Prologuista) |
En el primer poema de este Tratado Salvaje, la poeta Paula Andrea
Altafulla concede al lector una ruta a seguir, una suerte de rosa de
los vientos de su espacio poético. Me refiero al poema titulado "Flor
de la Vida”, cuyo contenido da noticia del trasunto filosófico de la
totalidad del libro: una crítica a la vida. Y con la vida a la
naturaleza, libre e implacable; y con la vida, también una crítica a
los seres humanos, de espíritus cambiantes y de contradicciones
negativas.
Este poemario devela -y de ahí sin duda la pertinencia de su título,
Tratado Salvaje- una realidad que precisa nuestra astucia para
sortear la existencia, porque “en ocasiones la naturaleza del mundo
se presenta infernal, y la vida parece una chanza macabra". En
correspondencia a esa verdad insalvable, la poeta pareciera
advertirnos -porque no es una confesión explícita- que la mejor
manera de alcanzar el sosiego (la paz social y la armonía con la
naturaleza) es realizando la tarea para la cual vinimos a este mundo.
En uno de sus versos dice Paula: “Ten la disciplina de hacer lo que
amas, verás como, se alegran tus días”. De hecho, contra esa realidad
adversa y contra esa existencia desasosegada, sus poemas sugieren
fórmulas honrosas para sobrellevarla. Fórmulas fundadas en la ya
mentada triada: la exigente disciplina, la conciencia del hacer y la
decisión de amar. Tres presupuestos que distinguen al poeta de oficio
de aquellos otros que solamente usan las palabras de manera eventual
para producir versos casi siempre impulsados por sucesos y emociones
baladíes. “Poetas hay de muchas índoles, mas pocos se juegan el mundo
por la poesía”.