Reseña

Desconfío del escritor que únicamente afirma, así
como del que niega. En cambio, recibo, acojo, celebro
(¡celebrad!) al escritor que duda, que vacila, que
tantea, que ensaya; al escritor que, en fin (¡por fin!),
toma la palabra y escribe. De este orden es el talante
y, me atrevería a decir, la vocación de escritor a la
que responde Óscar Torres Duque (Bogotá, 1963).
Su obra poética, a la que se le rinde un sentido y
merecido reconocimiento a través de esta publicación,
está toda impregnada, grávida, de un llamado
a la escritura que es contestado generosamente por
su autor.
La escritura es precisamente la clave, el motivo,
la pregunta, el eje, sobre el que Óscar ha
constituido su estilo, su voz, su forma, su verso.
Supera con creces, eso sí, el mero gesto retórico de
Colección UN LIBRO POR CENTAVOS 9
escribir poemas sobre la escritura, para desplegar
con fuerza y valentía el torrente de una voz poética
que interroga, que cuestiona, que problematiza, a
la escritura misma. Ese plano textual de lo real,
ese terreno insondable de la página y sus márgenes
donde se disputa lo eternamente fundamental: la
pregunta por lo humano; el sentido trascendente de
la existencia y de la historia (que han de tenerlo);
la realidad de lo Otro y de los otros, y la experiencia
cotidiana y palpable de lo místico, es decir, del
misterio que subyace a la capacidad de vivir el amor
concreto y generoso por los demás.