Reseña

Los seis capítulos recogen las voces de los actores de las prácticas culturales en los territorios ancestrales y tradicionales y por consiguiente, están orientados metodológicamente por la consulta a la memoria colectiva como ruta metodológica que indaga en la racionalidad propia de las colectividades étnicas y sociales, en clave de diálogo con las perspectivas genealógicas preocupadas por su análisis en el contexto del conjunto de acontecimientos y circunstancias históricas que rodean la emergencia de estas prácticas culturales.
En ese sentido, si bien es cierto, recoge de manera obligada alusiones a los orígenes de la filosofía en África, como parte de las rupturas epistemológicas que por imperativo ético se debe generar en respuestas a las visiones homogeneizantes, excluyentes e imperantes en el sistema educativo colombiano y latinoamericano, predomina el análisis del conjunto de acontecimientos propios de las relaciones de poder que impactan la personalidad históricacultural de las colectividades afrocolombianas, negras, raizales y palenqueras y en particular los saberes construidos milenariamente.
Los contenidos del trabajo apuntan a facilitar la comprensión de los saberes propios y los conocimientos que de él derivan como epistemologías diferentes y sus papel en el fortalecimiento de los referentes identitarios culturales de la colectividad afro y sus dinámicas dialógicas con otras epistemologías; valorando la necesidad de ponerla al servicio de los derechos, reivindicaciones y dinámicas de educación propia, etnoeducación e interculturalidad, enarboladas por el movimiento social en sus agendas dirigidas a construir una sociedad democrática desde abajo.
De modo que, la investigación busca develar la importancia y lugar que ocupa los saberes ancestrales afrocolombianos y los conocimiento que encierra, en la problemática del orden social existente, planteando la necesidad de su fortalecimiento epistemológico como condición clave para el empoderamiento de la población afrocolombiano y el papel que debe cumplir el movimiento social que lo orienta en las dinámicas de transformación del estado de cosas imperante y su intencionalidad de aportar a la construcción de un orden democrático centrado en las comunidades excluidas y negadas históricamente.
En el contexto de las políticas internacionales propias del capitalismo global, operativizadas por el Estado colombiano y sus gobiernos , mediante los tratados de libre comercio y la reciente vinculación de Colombia a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y las dinámicas de resistencia de los pueblos latinoamericanos, caribeños, africanos, asiáticos y orientales, develar la situacionalidad de los saberes ancestrales de estas colectividades, adquiere una trascendental e inusitada importancia que ayuda a la implementación de iniciativas para su salvaguarda y protección activa, mediante su apropiación, uso y manejo permanente en todos los quehaceres de la sociedad.