Cero en vano
Cero en vano, el título que, de una forma accidental elegimos para el libro, viene de una expresión coloquial bogotana: el «cero» funciona como un enunciado que marca una negación rotunda. Trazamos nuestro propio «cero colectivo», un cero en contra de nuestras propias resistencias, de la desidia, del paso inminente del tiempo, de la calcificación del pensamiento y el adormecimiento de la sensibilidad; un no rotundo frente al sinsentido, la «banalidad del mal», los
silencios impuestos y la docilidad frente a la muerte.