Reseña

La ciencia participativa involucra a la comunidad en la investigación y el análisis de cuestiones que les afectan directamente, promoviendo una comprensión colaborativa y la toma de decisiones basada en datos. En este proceso, la cartografía social desempeña un papel crucial al mapear visualmente la información recopilada, lo que permite una representación clara y accesible de los problemas y las soluciones potenciales.Para estructurar de manera efectiva estos problemas y soluciones, se utiliza una herramienta conocida como el 'árbol de problemas'. Este enfoque gráfico organiza las causas y efectos de un problema en una representación visual tipo árbol, facilitando la identificación de las raíces del problema y las ramificaciones de las posibles soluciones. La combinación de la ciencia participativa, la cartografía social y el árbol de problemas proporciona un marco sólido para abordar desafíos comunitarios de manera colaborativa y eficiente, impulsando un cambio positivo y sostenible en diversas áreas.