Reseña

Francisco Ferrer Guardia (1859-1909), librepensador de origen barcelonés, es recordado hasta el día de hoy como uno de los mayores críticos, con una perspectiva anarquista, de los métodos de enseñanza tradicionales que reproducen los valores sobre los que se sustenta la desigual e injusta sociedad actual.

Contemporáneo de Ravachol y de otras figuras de la “propaganda por el hecho”, Ferrer, al igual que autores como Lev Tolstoi, fue partidario de la acción pedagógica y no violenta como medio para transformar la sociedad y acabar con las tiranías de su época. Su mensaje de paz y tolerancia fue acallado en octubre de 1909 cuando las fuerzas represivas del Estado español, confabulado con la Iglesia Católica, celebraron el juicio —una de tantas injusticias cometidas a lo largo de la historia— en que le condenarían a muerte.

Tras esto, innumerables oleadas de protestas —y pronunciamientos de personajes como Piotr Kropotkin, H. G. Wells o Emma Goldman— se levantaron a lo largo y ancho del mundo para rechazar su condena, al igual que numerosas escuelas serían construidas sobre las bases ideológicas y programáticas propuestas por Ferrer. Pero la historia se encargará de recoger en sus anales estos episodios, pues nosotros nos limitamos a presentar en este volumen su legado escrito, su Escuela Moderna, y su convicción de que otro mundo aún es posible.