Reseña

Metamorfosis III es el eco de un tiempo y un espacio por el que transitan inquietudes sobre el amor y la vida. Entre la ingenuidad y el asombro, Eduardo Bechara va trazando un hilo, una cartografía de viaje interno mientras se desplaza por Paris, Ámsterdam, Berlín, Florencia, Roma, Venecia, Ginebra, Barcelona, Madrid, Bruselas, Brujas, Praga y Viena. Cada ciudad es un movimiento vital, una porción de aire que nace en un lugar de intersección entre el arte y la conmoción estética que con cada pintura, cada calle y cada piedra intenta tomar forma en los poemas. Luego, el regreso a Bogotá, con todo lo que implica volver al lugar del que partimos: nostalgia, precipicio, ruido extraño de lo conocido que después de regresar nos es tan ajeno, pues como diría Porchia: “Mis ojos, por haber sido puentes, son abismos”… En relación con todo esto hay un hilo conductor: el amor con todas sus luces y sus sombras que a manera de intersección conecta los otros planos que convergen en la experiencia del viaje, pues el recuerdo latente del amor presente y anhelado a la vez, atraviesa cada imagen que aparece en los poemas, impregnando en ellos una connotación emotiva que enriquece la lectura desde una perspectiva personal y estética. Así, música, pintura, arquitectura, ser, estar, irse, volver, arriesgarse, desarraigar, sentir, creer, vibrar, negarse a crecer, transmutar para morir y nacer en una metamorfosis constaste, son algunas de las piezas que te acompañarán como lector en este viaje que, ahora mismo, está en tus manos.