Evaluación de la gestión ambiental institucional: Percepción de la comunidad universitaria
Autores: | Visurraga Camargo, Luis Antonio Sanchez Soto, Juan Manuel Atuncar Yrribari, José Freddy |
Una de las preocupaciones más palpables en los últimos años en la vida del ser humano es la situación medioambiental. El impacto que ha generado en el ecosistema el avance tecnológico es indiscutible. Al respecto, el Banco Mundial (s. f.) asegura, en una publicación de su portal web, que “entre el 60 % y el 70 % de los ecosistemas del mundo se están degradando más rápido de lo que pueden recuperarse”. Una cifra desconcertante que no hace más que reafirmar que el planeta se está viendo afectado por una serie de conductas que viene poniendo en peligro el bienestar de todos los seres vivos.
Si se evalúa quiénes son los responsables, el hombre debería mirarse a sí mismo. Es posible que la desidia relacionada a la falta de cuidado con el planeta sea lo que ha generado no solamente problemas de contaminación, sino también la extinción de especies y el aceleramiento del cambio climático. Situación que diversos países ven cada vez más cercana. Sin embargo, ya no se trata de quién es más o menos culpable ante la realidad catastrófica que nos corresponde afrontar, sino qué acciones se pueden tomar para contrarrestar los perjuicios generados acción sobre ello sobre todo por las futuras generaciones. Es por eso que, en aras de ser parte de la solución, surgen conceptos como educación ambiental, desarrollo sostenible y gestión ambiental institucional, los cuales buscan generar actividades que reduzcan las consecuencias generadas por el ser humano. Para ello, es importante que las instituciones que contribuyen con el desarrollo de la población, tales como las universidades, las ONG y los poderes del Estado, tomen acciones claras, que permitan la solución al menos parcial de la crisis del medioambiente que se vive actualmente.
Es por ello que las instituciones, impulsadas por una responsabilidad social, comenzaron a organizarse y gestionarse haciendo uso de gestiones ambientales que garantizaban el respeto y el cuidado del medioambiente. Para ello, es necesario que las autoridades competentes promuevan políticas que gestionen el saneamiento del aspecto ambiental; en primera instancia, en el campus donde se desarrolla la vida universitaria para luego, de acuerdo a los resultados obtenidos, evaluar si es plausible aplicar tales medidas en la comunidad.
Al respecto, es necesario señalar que la tarea de emprender el cuidado del ecosistema es mucho más compleja de lo que se puede suponer y no solo por su dificultad, sino porque se viene tratando desde hace ya varios años. El concepto de gestión ambiental no es reciente, pues data de los años setenta del siglo anterior y, debido a su longevidad, se puede pensar que los logros son trascendentales, pero la realidad dista considerablemente de ser esa.
Sin embargo, lo que sí trajo para bien los nuevos planteamientos en favor del medioambiente es que estos puedan ser aplicados por instituciones y con ello el compromiso se asuma en conjunto; es decir, como entidad y ya no únicamente desde el individuo. Al respecto, Ochoa et al. (2016) explican que “la gestión ambiental es un proceso de relevancia dentro de una organización, que requiere de una profundización en cuanto a componentes principales y variables para lograr una concepción más pertinente, actual e integral del mismo [sic —de este—]” (p. 5); lo que demuestra, una vez más, una acción superficial, sin planeamientos ni objetivos claros, no permitirá alcanzar resultados ni regular si las medidas se cumplen a cabalidad.
De tal manera, la importancia del presente estudio radica en la descripción de cómo se fue situando y aplicando la gestión ambiental en la Universidad Peruana Los Andes en 2018, desde la percepción de la comunidad universitaria, que finalmente son los actores directos en el proceso de cuidado ambiental.