Reseña

Esencia telúrica y nocturnidad se siente en El Silencio voraz de Jonathan Alexander España Eraso, quien —desde ese relieve volcánico del Sur de Colombia— da fe de una poesía con profundas raíces ancladas a la tierra, la casa, la madre, la noche y la palabra misma. El presente libro posee una voz marcadamente concisa, justa y poderosa. Sus poemas se holgan de ser breves y relampagueantes. Como todo iniciado que se interna en el misterio, en el «no sé», España Eraso se pregunta por la poesía y sus artificios, y se responde con estupor «La escritura atraviesa el patio desolado de mi infancia». ¿Qué es de un hombre sin sus precipicios? El lector que transita estas páginas se halla frente a lo desgarrado y lo lejano; la pelea de este libro es contra el olvido, y pareciera decirnos en cada dardo: sin herida no hay memoria.