Ojiva
Autor: | Mendoza, Néstor |
Colaboradores: | González Olivares, Geraudí (Editor Literario) Gamba Amaya, Gabriel (Diseñador) |
Decir que Ojiva de Néstor Mendoza es un «artefacto verbal» no hace justicia a este extraordinario poema dividido en XXI partes, aunque esa fuerza que tiene, palabra por palabra, le debe también a cómo fue pensado, a su arquitectura: la manera como está armado este proyectil, también, emocional, que dice del sometimiento de personas bajo la vigilancia de un gran ojo, la deriva de un pueblo por las carreteras, la falta de alimento, el hambre, la espera, por lo mismo, a que algo caiga del cielo, así sea una caja con comida. Si no fuese por esa estructura capaz de armar con exactas palabras un objeto que vemos caer para aniquilar, Ojiva sería un panfleto político insoportable. El poeta trasciende el tema venezolano y apunta a lo que empuja a las migraciones de los pueblos asediados. Qué inteligencia, y qué sensibilidad, qué oído tan fino el de Néstor Mendoza para que el poema diga todo lo que tiene que decir con piedad, tensando los datos y los giros del lenguaje cotidiano hasta la exasperación mística; la falta de agua, el éxodo de un pueblo que tiene que dejar atrás hasta los recuerdos, la espera de la luz que no manó, dicho todo, con infinita misericordia, tanta como para dejarnos ver, ya no un misil caer en el vacío de las palabras —esa ojiva maligna y benigna, a izquierda y a derecha—, sino la dolorosa caída de un humano sueño hondo. YOLANDA PANTIN