Reseña

Cuando se tiene un ideal, un sueño, no se puede renunciar a ello sin renunciar a la vida misma. Como dice José Ingenieros en su libro El hombre mediocre, “el que sirve a un ideal, vive de él; nadie le forzará a pen-sar lo que no quiere, ni le impedirá ascender hasta su sueño”. Al terminar de leer la obra poética la naciente escritora y poetisa Nury Roncallo, se siente el aroma de sus más pro-fundos ideales flotando en el ambiente; se percibe el calor efervescente de sus quime-ras tratando de avivar la imaginación con cada verso. Sus metáforas bufan un viento huracanado de imaginación, de sentimien-tos, experiencias, de conocimiento. Esa misma brisa ha impulsado sus alas, sin mie-do alguno, a surcar horizontes remotos y le ha permito alzar el vuelo iniciático en el largo camino hacia la inmortalidad.

Cada línea concentra todo el poemario, y el poemario en sí, se concentra en una línea: “Mis pasos y sus huellas”. Un título que parece contener mucho por sí solo; no son “Sus pasos y sus huellas”, son “Mis pasos y sus huellas”. Como queriendo recordar la sincronía perfecta que nos une a todos de una manera incorpórea, en la compleja red del universo. Donde mi marcha allana el camino para otros, donde mi rastro es tu rastro, su rastro, nuestro rastro.

¡Todo el que aspire al cielo, que agite sus alas y mire hacia lo alto; el futuro es de los visionarios!

Silvia Patricia Miranda Bermúdez
Escritora colombiana