Reseña

La categoría teológica del testimonio ha estado presente muy frecuentemente en el vocabulario religioso de quienes profesan la fe en Jesucristo, Hijo de Dios, y reconocen la plenitud de la automanifestación divina en Él, configurándose de esta manera, en testigos del mismo. Es así como Jesucristo se convierte en el centro del testimonio cristiano y fuente original del mismo, pues quienes se acercan a Él y vi-ven una experiencia personal y comunitaria de encuentro con éste, consiguientemente lo expresan, manifiestan y anuncian con la propia vida, hasta el grado de comprometerla por entero. Es por esto que partiremos de la aproximación al concepto de testimonio a nivel bíblico y teológico con la reflexión de dicha categoría teológica, explicando con lo cual, desde nuestra aproximación, el desarrollo que, desde la revelación de Dios, la comprensión del testimonio apostólico fundante, la reflexión de los Padres de la Iglesia, la teología hasta la comprensión del Concilio Vaticano II, hasta llegar a la reflexión teológica en torno al testimonio de nuestros días.

La vivencia cristiana de la fe en Jesucristo presenta unos claros desafíos con respecto al modo de vivirla en la actualidad; desafíos tanto hacia el interno como hacia el externo de la comunidad de fe que se profesa abierta y conscientemente cristiana, y que ha recibido por la gracia conferida en el sacramento del Bautismo dicha identidad y misión para dar a conocer así el Evangelio a los demás. Es por esto que el testimonio cristiano recobra gran importancia y particular relevancia en este contexto diverso y plural de nuestra actualidad, que de manera muy con-creta exige un modo de presencia más comprometida y responsable con la realidad de fe asumida, de manera que se transparente una experiencia cada vez más clara, directa y dispuesta a proclamar con el anuncio testimonial cristiano la alegría de la presencia del Señor. Ante esta realidad, sobretodo en el contexto universal y plural de hoy, aproximarnos al testimonio cristiano, desde la perspectiva de la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium y siempre en fidelidad al Evangelio de Jesucristo, se convierte en una posibilidad para proponer una vez más el modo de presencia testimonial que implica la experiencia de la fe cristiana .

La Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium de Su Santidad Francisco, además de ser un claro contexto de los lineamientos pastorales de su pontificado, se convierte para los cristianos, desde nuestra perspectiva, en fuente viva e inspiración para repensar des-de nuestra experiencia cotidiana de vida el anuncio y la proclamación de la alegría de la salvación obra-da en la muerte y Resurrección de Jesucristo. Es por esto que se hace indispensable y urgente proponer nuevamente la categoría teológica del testimonio cristiano y sus implicaciones en la identificación con Jesucristo y en el consecuente anuncio como mensaje de vida y salvación. Es por esto que, llegamos en un segundo momento a la aproximación del concepto del testimonio en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, con la propuesta de la misma en el énfasis del gozo y la alegría, en la renovación del propio y personal encuentro con Jesucristo Resucitado, ya que el evento pascual de Jesucristo es el centro del testimonio cristiano, y en consecuencia de ello, el kerigma cristiano como predicación de esta Buena Nueva, suscita el testimonio que compromete la vi-da del cristiano en el anuncio del mensaje central de la salvación, la muerte y Resurrección de Cristo. A partir de la centralidad de este evento, identificamos las características de este testimonio cristiano, a la luz de la Exhortación misma, tales como, la alegría y el gozo, el deseo y la tarea de permanente conversión de la experiencia de fe en la Iglesia, la actitud de apertura del cristiano en su relación de encuentro con las demás personas y la importancia del diálogo en la interacción social de la vida compartida y en el acercamiento entre los cristianos y sus semejantes, y por último, la oración y la vida sacramental que sostienen el anuncio y nutren la experiencia de la fe cristiana, a fin de dar testimonio de Jesucristo Resucitado.

Una experiencia de encuentro con el Señor Resucitado porta en consecuencia al cristiano a la manifestación con la vida, esto es, a la transmisión de la fe en Jesucristo con un anuncio testimonial. Es por esto que en un último momento nos aproximamos a la importancia del testimonio en el proceso de la trans-misión de la fe cristiana, caracterizada por la trans-misión de la fe en medio de la sociedad actual, con todo el desafío que ésta propone; después miramos también la importancia y el papel protagónico del Espíritu Santo en la acción evangelizadora de quienes dan testimonio de la fe en Jesucristo, convirtiéndose así, por gracia del mismo, en testigos de la presencia del Señor; al final observamos la cultura del encuentro como fruto y expresión de un testimonio expresado abierta y claramente, pues el testigo de Jesucristo, como proclamador de su presencia, anuncia como el mismo Señor, con su testimonio de vida, con sus palabras y acciones la alegría de la salvación. Es por esto que el testimonio de vida del cris-tiano se presenta ante el mundo como posibilidad clara y creíble de la acción de Jesucristo resucitado en la expresión de una cultura del encuentro.

Mauricio Alejandro Rey Sepúlveda
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