Reseña

La presente obra es el resultado de un proceso reflexivo en reconocimiento al emprendimiento. Sus líneas vienen marcadas por la necesidad de nutrir la vida desde el sentido de confianza, disciplina, motivación y arraigo a lo natural, al talento, a lo innato. Concibe la utilidad de un estado de conciencia, de la fe en lo posible, de la familia como pilar, de la pasión que altera todo para dar paso a la posibilidad, que originan esquemas afectivos y espirituales que consagran la decisión de emprender.
Lo que a su vez permite reconocer la demanda de un entramado de reconocimientos personales que van desde la asunción de habilidades, destrezas, conocimiento, planificación, formación, disciplina y carácter, hasta el despertar de consciencia. Lo que implica una construcción del ser que evoluciona desde situaciones y particularidades que imprimen valor a los objetivos o metas propuestas.
Liderar nuestras vidas implica desmontar ciertas estructuras y utillajes mentales, es abrir las puertas hacia el encuentro con las especificidades, rastrear la intuición, la creatividad, la inventiva sin tantos velos, es atreverse a reformular la vida, a concebir la herencia como la base y el fundamento de nuevos horizontes. Liderar la vida es ilustrar empoderamiento, es concebir la diferencia, es sensibilizarse sobre ciertos sesgos, y desocultar el miedo, es atreverse a prestar atención al detalle, a confiar en el otro, a delegar, a fluir.
Liderar y emprender, tal y como lo declara el autor, traen consigo una reorganización personal y emocional, que requiere de equilibrio para favorecer las posibilidades y potencialidades, es generar confianza, tener actitud y motivación para enfrentar los declives, y como bien lo expone alcanzar un “leitmotiv”, esa melodía que se repite y desarrolla con miras hacia el éxito personal, hasta alcanzar un esplendor particular de realización.
El documento expresa posibles historias o situaciones hipotéticas con las que el autor busca que el lector se identifique, y visualice imágenes mentales que enriquecen el discurso y ponderan la reflexión y el murmullo interno, alimentado el tránsito entre sus capítulos.
El primer capítulo titulado “Liderar nuestras vidas”, denota la necesidad de fusionar el pensamiento y la acción desde la representación del liderazgo de la vida, dado en el encuentro y la conexión con el yo, que tributa a lo humano al ser capaces de discernir, analizar y comprender eventos que se corresponden con el proyecto de viaje desde la consideración del progreso y del empoderamiento. El autor señala en este capítulo que se ha de ser capaz de no tener una mirada de turista, donde no se pierda de vista lo sustancial, donde no se anulen los matices sutiles de la vida; del transcurrir, del viaje, de la concentración, de lo diáfano, que alientan la consideración de Ingenieros (1982): “Del equilibrio entre la inspiración y la sabiduría, nace el genio”.
Desde su perspectiva, puede apreciarse el enfoque que ha de tener una persona en la trayectoria de la vida, que incluye ese despertar de consciencia, como una acción básica para identificar habilidades, destrezas, así como cualidades personales, que en definitiva son los atributos que lo describirán como líder y que, a su vez, determinarán el impacto e influencia en el desarrollo de un objetivo o emprendimiento.
El segundo intitulado “Encontrar nuestros dones y talentos”, refiere que los talentos son aquellas competencias que representan un regalo natural que han de ser exploradas y aprovechadas desde la disciplina, la constancia, la dedicación, para llegar a perfeccionarlas con la pasión. Entre los puntos apreciables de este capítulo está el énfasis de trabajar el talento que a su vez otorga libertad.
El tercer capítulo: “Educarnos durante toda la vida”, refiere sobre las posibilidades y oportunidades que una persona tiene para aprender, puntualiza que educarse con motivación y de forma continua permite adiestrar experiencias, sumar destrezas, y formarse en función de una reputación seria, responsable y comprometida en la excelencia para avanzar en el dibujo de vida que se desea tener.
El capítulo cuatro: “De la queja a la posibilidad”, reseña la actitud positiva que todo emprendedor debe tener antes, durante y después de la ejecución de un proyecto, y que por ello es fundamental edificar sobre condiciones positivas, congruentes con los objetivos y sobre todo conscientes de los aspectos que serán determinantes en el proceso. Indica que la queja es concebida como el comportamiento de insatisfacción, y que este abunda en la humanidad, por lo que hace alusión a Pilar Sordo, al intentar hacer reflexionar al lector que, en lugar de estar centrados en la queja, se ha de estar enfocados en la posibilidad, y esto implica desenredar nudos, porque la queja según la psicóloga Sordo es la puerta de entrada de la vibración más baja de los seres humanos, que es el miedo; mientras la gratitud, es la puerta de entrada a la vibración más alta que es: el amor”.
El autor señala en este capítulo que la queja tiene un sentido negativo, que denota padecimiento, desagrado, mortificación y que estas sensaciones conllevan a expresiones y acciones negativas, poco gratificantes, cargadas de apreciaciones indeseadas, que generan en algunos casos frustración y abandono total de un proyecto.
El capítulo cinco: “Un mundo donde todo es posible” confiere un especial valor a la motivación, a los talentos, al saber conocer y al saber hacer, al entusiasmo y la felicidad, a la fe, a la generación actual, a la tecnología y muestra, a partir del ejemplo de Steve Jobs y Paul Jobs, expresiones de posibilidad que no fueron más que conjugaciones dadas desde un plan bien elaborado, desde la apertura de oportunidades antes ideas que iniciaron con un nombre: “emprendimiento”.
El capítulo seis: “Creer en tu proyecto, valorar la familia, amar nuestros amigos y creer en nuestro Dios”, afirma que un emprendedor, al iniciar el tránsito hacia la autorrealización, necesita apoyarse en estas figuras porque representan ese respaldo afectivo, espiritual e incluso monetario para materializar el ideal. Refiere el entendimiento y la comunicación asertiva como elementos prioritarios para avanzar, así como detalla el sacrificio al convertirse en un emprendedor, y como esto impacta en la dedicación y tiempo a la familia, por lo que sugiere el análisis de situaciones o eventos para ser responsables y conscientes en momentos de incertidumbre.
Finalmente, se presenta el capítulo siete: “Siempre querer lo mejor para los demás y poder servir” es la representación de unas líneas reflexivas dadas desde un horizonte de emprendimiento que involucra diversos significados entre estos focalizar la dinámica con racionalidad, donde ha de prevalecer la sensibilidad, las oportunidades, los valores y principios éticos y enfatiza en la necesidad de obrar bien, desde la competencia positiva, hacia la mejora continua y la construcción de un negocio sólido y próspero que aporte crecimiento y evolución para todos los involucrados.
Desde lo expuesto, cabe resaltar que habiendo hecho referencia al emprendimiento y cómo este impacta la vida, desde el liderazgo, la fe, la constancia, también se dimensionan aspectos no solo desde un cuadro de estructura y organización, delinea el empoderamiento que toda persona ha de tener para ser norte y luz de otros y por medio de otros.