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Detalle
ISBN 978-958-5483-96-5

Gestión del conocimiento en ambientes escolares

Autores:Orozco Rada, Martin Alonso
González Chamorro, Ever Enrique
Hurtado Ibarra, Edinson
Colaboradores:Herrera Lora, Rosa Alejandra (Coordinador Editorial)
Avila Pérez, Alfonso José (Editor Literario)
Editorial:Santa Bárbara Editores E.U.
Materia:370 - Educación
Clasificación Thema::GPS - Métodos de investigación: general
JNKH - Cuerpo docente / de educadores
Público objetivo:General / adultos
Disponibilidad:Disponible
Estatus en catálogo:Próxima aparición
Publicado:2021-06-05
Número de edición:1
Número de páginas:100
Tamaño:17x24cm.
Precio:$64.000
Encuadernación:Tapa blanda o bolsillo
Soporte:Impreso
Idioma:Español

Reseña

El desarrollo de la ciencia y la tecnología, han generado todo un proceso de “revolución” en la manera de pensar y actuar del ser humano. Inclusive, algunos analistas y amante de la literatura como el peruano novelista, y premio nobel Mario Vargas Llosa (2015, p.11) afirma que: “en estas circunstancias la sociedad experimenta toda una especialización del conocimiento”; tesis que se prestó para que otros investigadores se aventuran a dogmatizar que dicho exclusivismo permitió ser la causa no solo de la exploración sino también la experimentación y el motor del progreso social, económico, cultural y político de algunas naciones.
En este orden de ideas, la articulación de la educación y del conoci-miento, se constituyen en los tejidos fundamentales sobre el cual se edificará la verdadera formación del ciudadano. Estas dos dimensiones de la sociedad actual, implican un docente cuyo rol, además de estar en una constante motivación de reflexión permanente respecto a sus prácticas pedagógicas, supone ser conocedor de situaciones actitu-dinales y procedimentales que en el ámbito escolar son generadas por los estudiantes.
Por tanto, es un deber ético por parte del educador preguntarse: ¿cómo, de qué manera, con qué recursos y cuáles serían las competencias básicas, específicas y transversales para enseñar? Lo anterior sugiere darle sentido desde el mismo espacio del aula, revisar la forma y el método de cómo se está generando y construyendo conocimiento. No cabe la menor duda que, aprender a enseñar es la clave para que docente y estudiante produzcan saberes. Implica entonces, toda una concientización por parte del educador en aceptar las limitaciones que tiene a la hora de ser un facilitador y mediador del aprendizaje; y admitir que la construcción de conocimientos puede lograrse de múltiples maneras, de-pendiendo de la actitud que se tenga al momento de planificar, organizar y ejecutar las actividades curriculares.
El presente texto de los destacados docentes y doctores Martín Orozco Rada, Ever González Chamorro y Edinson Hurtado Ibarra, desglosan magistralmente el rol que le asume al educador del siglo XXI, al abordar la práctica y el ejercicio de la docencia alejado de los preceptos de la praxis vertical, expositiva, mecanicista y transmisiva de conocimiento. De acuerdo con lo anterior, la habilidad de la metacognición debe visionarle que esta forma de enseñar es un impedimento para que el estudiante experimente su vivencia y procedimientos innovadores ha-cia la construcción y gestión de saberes e ideas significativas; procesos necesarios para lograr un aprendizaje idóneo y de calidad.
Lo que proponen los autores es lo significativo que representa para los docentes, desarrollar habilidades de pensamiento y competencias pertinentes en los educandos, que les permita, entre otras razones, prepararlos y formarlos hacia un aprendizaje integral, amplio, holístico y coherente; articulados con la propia realidad del cual es agente dinámico, activo y transformador.
El texto gestión del conocimiento de las habilidades a las competencias, concientizan al docente comprender que, ante el advenimiento de los cambios y transformaciones inusitados en los ambientes académicos y en la tecnología, la educación tiende a ser una variable o categoría irremplazable para la resolución de problemas en contextos variados; pero, al mismo tiempo advierten que, la educación sola como tal, le sería imposible realizar tan humanizadora tarea.
Por consiguiente, la neurociencia aplicada en las situaciones educati-vas, se convierta en su principal aliada y soporte filosófico, epistemo-lógico y pedagógico.
De acuerdo con lo anterior, en palabras de Pizarro (2003, pp.87-88) “los conocimientos neurocientíficos van a ser de mucha ayuda para los docentes para entender que el aprendizaje es un proceso ávido de no-vedades que estimulan el cerebro a lo largo de la enseñanza”. Del pre-citado autor se colige, en términos generales, que el rol del docente deberá ser creador de nuevos e innovadores modelos de enseñanza que estén más orientados al desarrollo de las habilidades y de las com-petencias de sus estudiantes; al tiempo de suscitar ambientes relajados que, además de favorecer a la gestión del conocimiento, permita a la vez, mejorar la memoria, la atención, la observación y el aprendizaje en el contexto del aula.
En este orden de pensamiento, Orozco, González y Hurtado, coinciden en que la neuropedagogía comienza a adquirir significativa importancia, por aquello que el conocimiento se construye, en términos de Ortiz (2009),
p. 182, “gracias a la formación de las múltiples conexiones inter sináp-ticas entre neuronas que se interconectan para formar un nuevo cir-cuito neuronal que será el substrato del conocimiento generado”.

Por lo tanto, el docente tendrá que recurrir a la aplicación de estrate-gias neuropedagógicas y neurodidácticas innovadoras que generen mayor impacto en el aprendizaje. Como sugerencia, manifiestan los autores, podría ser las imágenes visuales, dado que en su gran genera-lidad los educandos controlan su imaginación al momento de emplear-las para repasar los detalles integrales realizados en el aula.
De igual modo, tanto Orozco, González y Hurtado, dejan en evidencia que implementar los nuevos modos de enseñar, educar y gestionar conocimientos, es una manera oportuna de influir en el desarrollo in-tegral de los estudiantes; y como tal, es un reto y responsabilidad de los docentes, puesto que no se trata sólo de buscar un cambio de modelo educativo, sino de enfocar los saberes desde una perspectiva que con-duzca de manera eficaz y eficiente, lograr un aprendizaje de calidad y ajustados a las exigencias del siglo XXI.
En resumidas cuentas, la nueva producción académica de los investi-gadores Martín Orozco Rada, Ever González Chamorro y Edinson Hurtado Ibarra, tendiente a la gestión del conocimiento de las habilidades a las competencias está íntimamente relacionado con el proceso y estilos de aprendizaje; entendiendo que éste no sólo es la adquisición de saberes, sino el hecho de que ellos sean adecuadamente organiza-dos y seleccionados de forma pertinente, en la prospectiva de que el docente enseñe a manejarlos e integrarlos en contexto de la vida coti-diana.
Por ende, el docente con la ayuda de los contenidos neurocientíficos aplicados a la educación, se le facilitará formular estrategias neurope-dagógicas adecuadas a la solución de problemas, al tiempo de conver-tirlo en un experto organizador de la información de acuerdo a una situación presentada o provocada en el contexto académico.

Dr. Luis Narváez Ochoa
Docente Universitario

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