Cajas de luz en un cuarto oscuro
Un día nos reunimos y decidimos que queríamos escribir en serio y más aún, que queríamos publicar nuestro libro; que queríamos que alguien apostara por nosotros. No sabíamos por dónde empezar, porque no siempre el camino es recto y siempre hay obstáculos. Descubrimos que no existe un método infalible para escribir una poesía, un cuento, un ensayo. Descubrimos que no existen recetas milagrosas, ni pócimas mágicas, ni atajos… Descubrimos que escribir es una tarea ardua, complicada, comprometida y que está sembrada de agujeros negros que hay que intentar evitar y que si no lo conseguíamos, debíamos al menos saber salir lo más enteros de esta aventura…
Fue entonces cuando escuchamos al poeta Leonardo Ramírez, nuestro gestor, y pusimos en práctica su mensaje “Todo Fluye” y comprendimos que “El tiempo y el espacio se encuentran en un eterno coqueteo, ente ellos crean y recrean momentos que le permiten a la vida adquirir el carácter de aventura, de viaje que nos conduce a la muerte y a pesar de que algunos intentan encerrarla en definiciones, opino que la vida es un fenómeno dialéctico que fluye y que escapa a la limitada percepción del ser humano”.