Reseña

Durante las últimas tres décadas asistimos a cambios profundos en las experiencias infantiles, que se expresan en los cuerpos, los lenguajes y las interacciones de los niños y las niñas. Aunque algunos expertos plantean que estas transformaciones obedecen al fin de la infancia como consecuencia de la crisis de la familia y el declive de la escuela, en este libro se propone analizar estas mutaciones socioculturales a partir de problemáticas estructurales, entre las que se incluyen: la presencia de políticas de Estado en contextos de neoliberalismo y precariedad, la redefinición de las relaciones intergeneracionales, la variabilidad cultural en tiempos de globalización, la existencia de viejos y nuevos conflictos sociales, la persistencia de lógicas patriarcales y heteronormativas, así como el advenimiento de la cultura digital. Aunque las posturas de los autores son diversas, todas se ubican en los estudios de infancia, un campo interdisciplinario que asume a los niños y las niñas como actores sociales.