Disertaciones de una dama
Autor: | González Huertas, Lilián Zulima |
El hombre de hoy procura la velocidad en los hallazgos, velocidad que lo lleva al delirio de la destrucción. Esa ha sido la constante en el siglo XX y en lo que va del XXI, Por tanto, la industrialización y la tecnología lo han conducido a un comportamiento unidimensional, al hombre manso de las nuevas tecnologías, en una suerte de idiocracia, que, como en la película de Mike Judge, lo lleva a un futuro distópico. Pereciera que el cerebro dejará de funcionar, de crear, de imaginar mundos posibles. Ya no hay ambiciones, todo se nubla en la desesperanza, en la línea recta ad infinitum del homo sapiens sapiens posmoderno. Así lo evidencian obras como Un mundo feliz de Aldous Huxley, 1984, de George Orwell y Fahrenheit de Ray Bradbury. Esa es la fragilidad del hombre de ahora. El amor y el desamor no escapan a esa turbulencia de la caída, de la hecatombe. Nada permanece; todo es efímero, como en este poemario. La poeta Lilian Zulima González, pareciera decirnos que lo más sublime del amor tampoco tiene sitio en estos tiempos distópicos. “Hundirte en el lodo hasta que ya no puedas limpiarte/. Venerar los objetos que pagaste/ disfrutarlos cuando eres fósil oculto/. La poesía reinventa el lenguaje de la tribu, a través de otra semántica, como reemplazo de las musas, quienes ya no son aquellas divinidades que inspiraban a los griegos. Las nuevas musas se transforman en el lenguaje, el cual hace que leamos en la poesía todas las verdades que trae consigo. Ya hablada, ya cantada o teatralizada, dice la verdad de forma alegórica; de ahí que se diga del poeta que es un fingidor. Celedonio Orjuela Duarte