Reseña

Hoy en día, los Países de América Latina afrontan complejos problemas de todo orden y en todos los niveles. Colombia en su conjunto se halla muy lejos de alcanzar metas básicas de desarrollo económico y social acordes con las necesidades esenciales de sus pueblos. Numerosos obstáculos de diversa índole inciden en la situación vigente. Entre ellos, existe consenso creciente en atribuir un papel significativo, a las limitaciones de “capacidad de crear y generar nuevos conocimientos y de otro lado divulgarlos” por cuenta del sector público como del privado. En efecto, si se entiende lo que dice Naciones Unidas, con relación “a la “capacidad de producción de textos y libros que sirvan como efecto multiplicador del conocimiento para contribuir a salir de la ignorancia, esto cuesta mucho y muy difícil de hacerlo” como la capacidad de obtener resultados deseados mediante organizaciones”, dicho componente tiene un rol estratégico de primer orden en el funcionamiento de las estructuras económicas de la región. Los objetivos previstos en los planes de desarrollo, los proyectos de fondo diseñados por los países para superar aspectos críticos de su problemática económica, sus políticas en áreas esenciales como la salud, la educación, la alimentación de la población, dependen en buena parte en cuanto sus posibilidades reales de implementación, de contar con organizaciones en “capacidad” de materializar en la práctica cotidiana las metas fijadas como es la de escribir para enseñar, tarea dura y no muy placentera para quien lo hace.