Reseña

A comienzos del siglo XX, el surgimiento del movimiento fenomenológico impulsado por Edmund Husserl, no sólo puso en cuestión la hegemonía del neokantismo como la corriente predominante en la filosofía alemana de la época, sino que dio origen a un intenso diálogo entre sus miembros más destacados que se extendió hasta la caída de la República de Weimar. Más que una mera confrontación, se trató de un profundo debate en torno a la herencia y al lugar que en sus propuestas ocupaba la filosofía crítica de Immanuel Kant. Este libro precisamente revisita los principales puntos en torno a los que se posicionaron la fenomenología, las escuelas neokantianas Sudoccidental y de Marburgo, y la filosofía de Wilhelm Dilthey: el significado del carácter trascendental de una auténtica filosofía heredera de Kant; la legitimidad científica de las ciencias del espíritu y la dificultad de su encaje junto a una teoría de la ciencia y del conocimiento de corte naturalista; y el lugar de la cultura como el ámbito donde se despliega el verdadero sentido de la filosofía crítica. Sebastian Luft, con rigor, erudición y creatividad, no sólo logra reconstruir y exponer los puntos centrales de las diversas propuestas que enfocaron estas cuestiones, sino que les confiere actualidad mediante su puesta en diálogo con ciertas aproximaciones contemporáneas. Así, más que la simple revisión histórica de problemas filosóficos de otras épocas, este libro, a la estela de Ernst Cassirer, postula en sí mismo toda una declaración de intenciones: el reconocimiento de que los viejos problemas de la historia de la filosofía cobran nueva luz cuando son abordados a partir de las inquietudes que nos mueven en el presente