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ISBN 978-958-56044-4-5

Un camino a la verdad Construcción de memoria colectiva de las victimas del conflicto armado del municipio de San Luis
Las tomas guerrilleras en el Corregimiento El Prodigio

Autor:Cardona Arango, Alonso
Editorial:Corporación Conciudadanía
Materia:303.6 - Conflicto
Clasificación Thema::J - Sociedad y ciencias sociales
Público objetivo:General / adultos
Disponibilidad:Disponible
Estatus en catálogo:Próxima aparición
Publicado:2018-12-13
Número de edición:1
Número de páginas:98
Tamaño:26x33cm.
Encuadernación:Tapa dura o cartoné
Soporte:Impreso
Idioma:Español / Castellano

Reseña

En un país donde el pasado no pasa, porque la guerra no termina, el hacer memoria se presenta como un reto necesario, no solo para exorcizar el dolor de lo acontecido, sino también para transitar el camino hacia la verdad. Una verdad que deviene en condición básica para la creación de procesos de reencuentro y reconciliación con miras a la reconstrucción y comprensión de lo sucedido, pero sobre todo frente al presente y al futuro como posibilidad de resignificar los sentidos mismos de la vida.
La memoria es un elemento reparador y sanador en tanto es una descarga individual que permite superar los miedos, recuperar la identidad individual y colectiva y proyectar el futuro; contribuye también a la justicia en el esclarecimiento de los hechos como aportes a la verdad en los procesos judiciales, y a la no repetición, porque posibilita romper círculos de venganza en la perspectiva de una memoria ejemplarizante para una sociedad que se piensa distinto. Asimismo, conduce al reconocimiento público de las víctimas y sus sufrimientos, a la necesidad de que el Estado promueva la reparación y genere las oportunidades para que las comunidades puedan rehacer sus proyectos de vida; a la reparación como aporte a la tramitación de sus duelos a través de la palabra, superando secuelas que el conflicto armado ha dejado en las personas y la sociedad; permite la dignificación de las víctimas y la escucha de sus voces acalladas por el miedo para que tengan su propio espacio de resonancia.
En el artículo 114 de la Ley de Víctimas, la memoria cobra sentido como elemento de reparación simbólica entendida como “[…] toda prestación realizada a favor de las víctimas o de la comunidad en general que tienda a asegurar la preservación de la memoria histórica, la no repetición de los hechos victimizantes, la aceptación pública de los hechos, la solicitud de perdón público y el restablecimiento de la dignidad de las víctimas” (2011).
En este sentido, la reconstrucción de la memoria tiene que ver con las medidas de satisfacción y reparación material, pero sobre todo simbólica, pues las víctimas, sus familias y sus comunidades cargan con las secuelas físicas y morales que les dejó el conflicto armado. Son huellas de dolor, rabia, impotencia, sufrimiento, desesperanza, soledad, angustia, desapego, desconfianza, temor; huellas que han quebrantado los proyectos de vida individuales y colectivos. Sin embargo, a pesar de que muchas han permanecido en el dolor y la desesperanza otras tantas han resistido y persistido ante los vejámenes de la guerra, re-significando su dolor, elaborando sus duelos y transformándolos en sentimientos, comportamientos, actitudes y aptitudes positivas frente a la vida.
Es por todo ello que la Corporación Conciudadanía, que ha actuado en el Oriente antioqueño desde hace 27 años, se ha comprometido con los procesos de memoria en el marco de “La Política Institucional de Reconciliación”, aprobada por el Consejo de Dirección en el 2007, poniendo a disposición de la recuperación de la memoria a un equipo de profesionales, de los cuales muchos fueron testigos de las múltiples formas de victimización que todos los actores armados legales e ilegales con presencia en el territorio, aplicaron contra su población en momentos de grave crisis humanitaria por la agudización de la confrontación armada. Este equipo acompañó y vivió el conflicto con una parte importante de los pobladores/as de los municipios donde la corporación hace presencia. Así mismo, Conciudadanía fue partícipe y promotor de diversas iniciativas de solidaridad, hermandad, organización, movilización y resistencia para hacer frente a los efectos de la guerra. Desde un enfoque de reconciliación, hace más de una década ha liderado procesos de apoyo psicosocial a las víctimas, conformado comités de reconciliación, promovido la organización de las víctimas y la gestión de políticas públicas locales para garantizar sus derechos, inclusive mucho antes de que fuera expedida la Ley 1448 de 2011 .
En todo este proceso también fueron múltiples las iniciativas ciudadanas de visualización y dignificación de las víctimas, que se dieron en el territorio a partir de ejercicios de memoria y recordación como monumentos, memoria pintada, murales, jornadas de la luz, galerías, semblanzas, entre otros. Hoy se está haciendo un esfuerzo por trascender estos ejercicios y recoger sus aprendizajes para emprender un proceso participativo de reconstrucción de la memoria, dando voz prioritariamente a las víctimas.
Así las cosas, este trabajo no se queda en historia como ejercicio académico donde el pasado es solo el objeto de estudio sin conexión con el presente y el futuro; se acerca más a la propuesta de memoria histórica entendida como la reconstrucción de los hechos del pasado en función del presente y el futuro, con elementos objetivos en relación con la historia: hechos, tiempo, lugares, actores, consecuencias, origen del conflicto; y elementos subjetivos lo que significa que los recuerdos o relatos de los hechos están cruzados por los sujetos que pretenden hacer la memoria de lo que pasó, por el lugar que se ocupó en los acontecimientos y el nivel de afectación individual.
También se concibe como un proceso de memoria colectiva, en tanto se refiere a acontecimientos y hechos que adquieren un sentido especial para un colectivo o grupo; es decir, hechos que generan gran impacto social y que dejan una huella en la memoria individual y colectiva de una población. Lo anterior implica ponerle palabras a una experiencia individual para convertirla en un acontecimiento con sentido y significado, un rompecabezas que cuando está más completo se puede interpretar para ver qué pieza falta, como ejercicio de re-interpretación y re-significación por lo que la memoria colectiva precisa de la memoria individual que se entreteje con otras memorias en un contexto determinado para su comprensión. En otras palabras, la memoria llega a transformase en diversas expresiones según el contexto en el que se encuentre y quién las evoque; se entrelazan los relatos que inician recogiendo sentimientos y recuerdos individuales, pasan de la oralidad a plasmarse en escritos, dibujos o representaciones para construir la memoria colectiva que permite visibilizar una realidad en comunidad, marcada por los mismos hechos violentos y de dolor que deja el conflicto armado.
En este proceso, la corporación ha tenido y seguirá teniendo el compromiso de ayudar en la construcción de la memoria no sólo para darle voz a las víctimas y ayudar a tramitar su dolor sino también para que se comprenda el conflicto, quienes han sido los actores del mismo y cuáles fueron los mecanismos violentos utilizados; esto con el propósito de generar una conciencia colectiva de repudio ante cualquier forma de violencia y de abrirle camino a la justicia para propiciar unas garantías de no repetición frente a lo sucedido y darle paso a la reconciliación.

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