Reseña

Las sociedades construyen y utilizan la ritualidad para regular, cohesionar y afianzar prácticas y valores sociales. Ante la incertidumbre de la vida diaria, los rituales nos permiten pensarnos en un plano de trascendencia y utopía. Por esta razón, son actividades sociales repetitivas, estandarizadas e institucionalizadas que exaltan lo simbólico y apelan a la emocionalidad de quienes participan en ellos. Los rituales también apelan al pensamiento esquemático, porque organizan las percepciones y las codifican a través de los sentidos y de la memoria. En consecuencia, comprender un ritual nos permite desentrañar los esquemas de valores en que se fundamenta una sociedad.