Yo contengo multitudes
Los microbios que nos habitan y una visión más amplia de la vida
Autor: | Yong, E.D |
Colaborador: | Chamorro Mielke, Joaquín (Traductor) |
Una visita al zoo Baba no se inmuta. Permanece imperturbable ante la multitud de niños que, emocionados, se apiñan a su alrededor. Tampoco le altera el calor del verano californiano., y le dejan indiferente los bastoncillos de algodón que le pasan por la cara, el cuerpo y las patas. Su despreocupación tiene sentido, pues su vida es segura y cómoda. Vive en el zoológico de San Diego, viste una armadura impenetrable y en este momento abraza la cintura de un cuidador del zoo. Baba es un pangolín de vientre blanco, un animal de lo más entrañable que parece un cruce entre un oso hormiguero y una piña. Es del tamaño de un pequeño gato. Los ojos, negros, tienen un aire triste, y el pelo que enmarca su cara forma lo que parecen dos chuletas irregulares de cordero. La cara rosada termina en un puntiagudo hocico desdentado y perfectamente adaptado para alimentarse de hormigas y termitas. Las robustas patas delanteras terminan en largas y curvas garras que le permiten aferrarse a los troncos y desgarrar nidos de insectos. Y tiene una larga cola para colgarse de las ramas de los árboles (o de los cuidadores amistosos de los zoológicos).