Reseña

El libro mira de cerca la minería de oro de pequeña escala en Colombia, a menudo pasada por alto o estigmatizada en los debates públicos y en el discurso oficial. Documenta también las luchas de las comunidades que se resisten a su destrucción por parte de organizaciones criminales y corporaciones multinacionales. En muchos lugares, dichas comunidades afrontan amenazas de muerte e incluso asesinatos a causa de esa resistencia.
Su diseño alude a la experiencia física de trabajar el oro. Los materiales empleados implican el sentido del tacto, y no solo el de la vista. La cubierta de cartón rugoso está estampada con un disco de hojilla de oro de 22 quilates. Con ella se quiere representar cómo, en la batea, el oro emerge brillante del barro, en contraste con sus orígenes terrosos.
«Al rato se ven destellos entre el agua lodosa, aunque ya se sabe que no son de oro sino de pirita. El oro aparece de forma mucho más lenta, como una mancha amarilla en el fondo de la batea…». Luego de tostar el montón emergido de ese lodo para depurarlo, se almacena en un sobre. Más tarde vendrán los compradores.