Reseña

En este libro te encontraras de manera frontal con diferentes temas que atañen a una sociedad llena de preguntas, dudas e inquietudes que, lamentablemente, ha convertido a muchos en cínicos, ignorantes y rebeldes a la palabra de Dios.

Dios le dijo a su pueblo “pecáis porque ignoráis las Escrituras”. La ignorancia no es la consecuencia de no haber leído la Biblia sino de leer sin entendimiento, porque ¿de qué les sirvió a los fariseos, maestros de la ley, leer las escrituras si negaban al Mesías, a Jesucristo, de quien se referían las Escrituras? El propósito de leer será un total fracaso si se centra en alimentar el orgullo humano.

La sociedad se ha saciado, por muchos siglos, de basura, no solo a través de los medios, sino de su diario vivir, en sus conversaciones, cátedras, etc. Este libro pretende dar respuesta a esta generación, enseñando que se puede vivir en paz en medio de tanta perversidad y que el hombre ha sido creado con un propósito mayor, disfrutar de un amor como ninguno, el amor de Dios.

La mujer y el hombre, el niño y la niña, el negro y el blanco, el indio y el gringo, todos, sin excepción alguna, son especiales delante de Dios quien les da valor único e irremplazable. Es tan grande el amor de Dios para con cada uno de nosotros que dispuso su propia vida para que, muriendo al desprecio, vivamos para lo que en verdad tiene precio.


“Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna” Juan 3: 16 (NTV)