La isla misteriosa
Autor: | Verne, Michel Jules |
Colaborador: | Clavel, Teresa (Traductor) |
Si en cierto modo puede hablarse de Jules Verne como el autor con que cientos de lectores adolescentes se han adentrado en la lectura y en la literatura, cabe señalar que, en contraste a lo que sucede con la obra de otros autores que se mueven en una onda semejante, leer a Verne es un encuentro que no se desvanece con el paso de los años, sino que permanece y retorna una y otra vez a lo largo de cualquier biografía lectora. Hay un misterio Verne: el misterio de una literatura tan pegada como pocas a las circunstancias históricas que la vieron nacer y, en paralelo, tan intemporal en su disfrute y tan enigmática en sus interpretaciones, a pesar de la aparente transparencia de su pulso narrativo. La vigencia del autor de Un capitán de quince años o de Escuela de robinsones parece avisarnos de que sus sueños siguen siendo nuestros sueños y de que sus temores siguen ocupando un lugar de relieve en el repertorio de nuestros miedos. No es La isla misteriosa, al menos en comparación con otros títulos, su novela más popular ni la que más favores ha despertado en el ámbito de la literatura juvenil, pero es sin duda, de entre todas sus novelas, aquella que más atención ha recibido por parte de críticos, escritores o estudiosos. Autores tan profundamente interesados en desentrañar las claves de lo literario como Robert Louis Stevenson, Joseph Conrad, H. G. Wells, Antonio Gramsci, Maurice Blanchot, Miguel Salabert, Roland Barthes, Pierre Macherey o Edward G. Said han volcado su interés en ella intentando descubrir las claves que den razón del especial atractivo intelectual que la novela plantea. La isla misteriosa, haciendo honor a su título, ha dado lugar a interpretaciones de muy variado signo que enriquecen su lectura sin llegar a agotarla. Acaso en esa cualidad poliédrica resida gran parte de la seducción que provoca. La ocasión de esta nueva reedición podrá ser feliz circunstancia para que nuevos o viejos lectores asistan, inquietos, atentos y fascinados, a esa aventura de la inteligencia que sus páginas encierran.