Reseña

La intención de escribir este texto nace de la pesadumbre y la impotencia que he sentido al tratar de comprender la realidad
de un país rico en muchos aspectos como Colombia, pero lleno de gente pobre, producto de la improvisación, el egoísmo, la
corrupción y el desmanejo consuetudinario por parte de una clase dirigente mediocre, con las debidas y puntuales excepciones
como en cualquier actividad humana, que no ha sabido guiar los destinos de una sociedad todavía en formación, y cuyo proyecto
social y político está todavía lejano de poder ser considerado factible, sostenible y viable.
Una clase dirigente que no ha sabido responder a las expectativas de los miembros de una sociedad que todavía no alcanzan a
tener una verdadera y real dimensión de ciudadanos, debe ser reemplazada por una nueva generación de líderes quienes a partir
de una adecuada educación, una concepción ciudadana integral, un conocimiento amplio y profundo del acontecer local y global
y un compromiso respaldado en la ética y el acatamiento de la ley.
Sin embargo, ante las viejas y las nuevas realidades, debemos asumir el compromiso de asumir el riesgo de enfrentar la
realidad con una nueva mirada. No por hacer más de lo mismo se conseguirá resultados distintos.
Por eso, como simple ciudadano, y a partir de la experiencia profesional y docente acumulada por casi 35 años, me permito
realizar una serie de propuestas, ortodoxas las unas, poco ortodoxas las otras, que tienen como fin uno de los siguientes cuatro aspectos:
- Que usted amigo lector esté de acuerdo con las propuestas y podamos entonces comenzar a construir una masa crítica que permita divulgar la propuesta.
- Que usted amigo lector esté en desacuerdo con las propuestas, lo cual le permitirá entonces hacer las suyas y divulgarlas.
- Que a usted amigo lector le parezcan disparatadas las propuestas, lo cual permitirá que ejercitemos el tan reclamado atributo de la tolerancia.
- Finalmente, amigo lector, que a usted le importen un pito las propuestas y considere que es un tema lejano que no es de su
interés, lo cual lamentablemente lo colocará en el inventario creciente de indolentes que habitan en este país.