Las rutas de la sangre
Autor: | Restrepo, Camilo |
Basta un tajo leve, el roce apenas de un filo, un arañazo en la superficie, para que algo brote, para que comience a manar lo que nombra y oculta, lo que conduce y libera: la sangre que traza y borra las rutas, que recorre y desborda todo camino y cauce. En nosotros está lo más propio -lo más lejano-: desear, oír el rumor de la sangre arraigado en la esperanza de las palabras.