Reseña

Una obra bella que nos transporta al mundo de los zenúes, grandes señores nativos que fueron capaces de construir un sistema hidráulico de drenaje, recolección de agua y riegos, de más de seiscientos mil hectáreas en la época precolombina y donde el personaje no es ningún cacique ni cacica aborigen, sino una española que logra ganarse el título de Conquistadora del Zenú, único título dado a una mujer en todo el territorio de la América Hispana, y el otro de Redentora de Gentiles y Pacificadora del Urabá. Llega, disfrazada de hombre, en un barco proveniente de España, a la edad de veinte años, con unos reales macuquinos en la época del Rey Carlos II, apodado El Hechizado y logra convertirse en la señora de Pablos Chuchurubí y Flamencos, conquistando a los nativos con cariño y buen trato, pero también es capaz de hacer valer sus derechos en los tribunales y por la brava, ante sus propios compatriotas y da respaldo, cobijo y tierras en aparcería a un grupo de judíos conversos que vienen apabullados de España y perseguidos por la Inquisición. La historia de Francisca Baptista de Bohórquez, en una novela fácil de leer, te hace querer el mundo en que ella vivió y te revela los desastres que le vinieron a los hombres sabios del Caribe de mano de los españoles enceguecidos por la sed del oro y por la fama del oro de los zenúes. Ya anciana, doña Pacha, como se le conoció, murió en sus tierras a orillas del río Zenú, al que amó como amó entrañablemente a sus gentes, a sus plantas, a sus animales. Contado sin tapujos, como suele hacerlo este escritor que bajó a Bolívar del altar y lo mostró en la cama y en sus maromas de amante a lo largo de América, con dos de sus obras, Anne Lenoit, La Siempreviva del Libertador y Las Locuras Pasionales de Bolívar.