Nombrar las palabras silenciadas
Autor: | Hoyos Guzmán, Angélica Patricia |
BIOGRAFÍA
Angélica Patricia Hoyos Guzmán (Barranquilla, Colombia, 1982). Dra. en Literatura Latinoamericana, egresada de la Universidad Andina Simón Bolívar, sede Ecuador. Magíster en Literaturas colombiana y latinoamericana, Magíster en Lingüística Española. Licenciada en lenguas modernas. Docente del programa de Antropología y del programa de Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana de la Universidad del Magdalena, Santa Marta, Magdalena, Colombia. Ha publicado los libros de poesía: Hilos sueltos (2014), Ediciones Torremozas; Este permanecer en la tierra (2020), Editorial Abisinia, Editorial Escarabajo y New York Poetry Press; Cajas para seres libres (2023), Editorial Universidad del Tolima. Algunas publicaciones académicas destacan: Una generación emboscada, la emergencia de la poesía testimonial en Colombia (2020), Editorial Unimagdalena. En 2024 publicó su primera novela Reina de copas con el sello Editorial Unimagdalena.
CONTRATAPA
La muerte nos silencia. Ante ella las palabras afligidas se enmudecen en el fondo de nuestra habla, como si el lenguaje perdiera el léxico, la sintaxis y solo revelase una semántica con el nudo de la laringe y los espasmos del llanto. Cuando la muerte es producto de la violencia, no es solo un dato más en las cifras de las guerras de Colombia, porque la lengua del sobreviviente parece abandonar la vida, y el silencio puede convertirse en cómplice aterrado del horror. Entonces la voz poética fragua las palabras imperiosas porque callar es matar una vez más a las víctimas. Angélica Patricia Hoyos Guzmán escribe una investigación valiente, diferente, rigorosa. Valiente, por el rescate de poetas asesinados, como Tirso Vélez y Julio Daniel Chaparro, por el acompañamiento del dolor de los treinta poemarios publicados entre 1980 y 2019. La investigadora desentraña en estas poesías el testimonio singular, no periodístico, porque más allá de informar y denunciar, apunta a los estados judiciales del alma; un testimonio transformador de la palabra íntima del dolor en voz colectiva, en coro. Los poemas aquí analizados no son solo palabras, son lamento, pena, grito, sollozo; duelos inacabados que exigen a la historia no olvidar a los muertos de las rutinas sangrientas de nuestro país. Para esto, Angélica rompe con la tradición de los análisis poéticos; ya no se trata solo de retóricas ni de análisis del discurso sino de abordar el hecho poético como un acontecimiento nuclear del duelo ante la muerte anunciada con la amenaza y que efectivamente llega; la muerte productora de viudas, huérfanos, madres desalojadas del abrazo de sus hijos. Igualmente, la solidaridad mediante palabras condolidas para que los crímenes sean recordados en una ceremonia que busca las tumbas invisibles donde ocultaron a las víctimas, los ríos serviciales que arrastraron los restos; los hornos, albergues de las cenizas del hermano y el hijo. Leer este libro te hace partícipe del intenso conjunto de poemas analizados de poetas asesinados, de poetas condolidos y de quienes nos recuerdan ser parte doliente y dolida, eco de tantos muertos que palpitan como fantasmas acusadores en las tierras desangeladas de Colombia.
ÁLVARO BAUTISTA-CABRERA
Abril de 2025
Cali, Valle del Cauca