Reseña

Un doble origen y por lo tanto un doble nacimiento florecen en el texto Camino Crisálida o El viaje de Gusapetón, que nos entrega Pablo Andrés Osorno Osorno. El primero, el conocido y a veces olvidado por obvio, por cotidiano, es el encuentro con la idea de familia, el origen filial que nos enraíza en una comunidad, un modo de pensar, una forma de hacer vida; Pablo logra, con expresiones sencillas y amorosas, reconfigurar esta idea como el lugar que alberga a las personas que de uno u otro modo están entrelazadas, por afectos, por cuidados e incluso por diferencias, de tal modo que una familia se expande en el tiempo y en el espacio y deja de ser solo padre madre e hijos y se vuelve diversa y fresca para nuestros tiempos, una cigarra con una mariquita, un gusano y una lombriz, en fin… la familia se vuelve una mezcla infinita de diferencias que configuran una comunidad de multiplicidades. El otro origen al que nos lleva el escritor es al inicio, al tiempo inmemorial de toda creación, al lugar en el que todo aún no ha sido por completo y por lo tanto puede ser re-nombrado siempre para una nueva vida. Pablo nos cuenta entre cantos, lisonjas y la abuela Anaconda, un personaje cuya sabiduría está presente en toda expresión, que nada está terminado y que el origen de la nueva existencia de cada uno de nosotros está siempre a un paso, a una decisión de iniciar El viaje Gusapetón hacia un sí mismo, para ser otros y crear por lo tanto otro mundo.