Reseña

Hacer una evaluación del presente en que vivimos nos permite imaginar nuestro futuro próximo. En un contexto general, fenómenos como el incremento de la población planetaria, el calentamiento global con todos sus efectos, el mayor espacio conquistado por enfermedades como el estrés, la obesidad y el cáncer, la alteración de los ciclos y la dinámica de la naturaleza, la escasez creciente de agua potable y comida, así como guerras y destrucción; marcan la realidad en que nos encontramos inmersos. Y, a un nivel más local, el panorama está adornado con la desaparición paulatina de los derechos de las personas, reemplazados por servicios por los que debe pagar, en un escenario que le cierra los espacios de realización auténtica.
Al indagar por el causante de toda esta maraña de sombras, irremediablemente aparece el hombre y su ambición por el dinero como protagonista. Frente a esto, cabe preguntarse por el lugar de ubicación del Estado, la razón y el ciudadano, precisamente aquellos argumentos que justificaron el inicio de un nuevo paradigma y de la época en que vivimos, y lamentablemente encontramos que de ello, queda poco, precisamente porque la libertad económica lo corrompió todo, o para para decirlo más claramente, los venció, los redujo y los puso al servicio de la reproducción del capital, con las consecuencias anotadas.
En el libro “La agonía del Estado y el ocaso del ciudadano” se explica dicho proceso, se retrata la realidad de la dictadura del mercado y se advierte que de no cambiar, o por lo menos limitar, el paradigma libertarista que “sustenta” el modelo en que vivimos, lo que está en peligro es la supervivencia de la especie humana en un futuro inmediato.
E libro intenta dar respuesta a los siguientes interrogantes: ¿Es más feliz, seguro y libre el hombre de hoy que el de, por ejemplo, la época feudal?, ¿Valió la pena la muerte de Dios a manos de la razón y del Estado? ¿Es en verdad, más civilizado el ser humano de la actualidad?, ¿El avance del conocimiento ha sido en la dirección correcta?, ¿Si seguimos por esta senda, cuál será el próximo paso en la desestatalización de las responsabilidades y la soledad del hombre?
Se propone dirigir la mirada hacia la vida en equilibrio como paradigma que comience a orientar la humanidad, lo cual no es simplemente un problema de reciclaje ni de siembra de árboles sino de reorientación de la esencia de los conceptos de hombre y de libertad, con todas sus consecuencias.