Reseña

Mi generación padece de miedo y es incapaz de relacionarse debidamente. Mi generación no ve más allá de lo inmediato; hay afán y continuo desgaste emocional. Mi generación no cree en muchas cosas, sus modelos a seguir son prefabricados o vulgares reminiscencias de algo que fue pero ya no está. Yo, personalmente, ya no sé si creo en algo o sólo soy un expectante en el mundo, absorto, un bueno para nada. Tal vez hablo de mi generación bajo algún tipo de sesgo, generalizando arbitrariamente. Tal vez hablo de mí particularmente, y me justifico sugiriendo estadísticas y esgrimiendo verdades. Tal vez tengo miedo y lo combato con canciones, con dibujos, con auténticas insignificancias. Tal vez no estoy cómodo, y mi mantra es pesimista; y lo único viable es enviar alguna clase de señal, un mensaje a los habitantes del submundo que persiguen las mismas luciérnagas en el abismo. Pueda – o no – que sea una ilusión.