Viacrucis y Vialucis
La Vía de la Cruz - La Vía de la Luz
Autor: | Díaz Villán, Neptalí |
Colaboradores: | Galindo Steffens, Margarita (Corrector) Jaramillo Monsalve, Jairo (Corrector) |
Este folleto quiere ser un instrumento para inspirar la reflexión personal y comunitaria a la luz del misterio de la pasión, muerte y resurrección del Señor. El misterio Pascual ilumina nuestra propia existencia, nos invita a asumir la vida con honestidad, con un compromiso sincero con Dios y con el prójimo, y nos anima a vivir con la certeza de que la muerte, por muy poderosa que se muestre, no tiene la última palabra. Las situaciones de muerte y la muerte misma, son continuamente vencidas por aquel que murió y resucitó y que ha puesto su morada entre nosotros para que tengamos vida en abundancia (Jn 10,10b).
El Viacrucis se emplea de manera especial durante el Tiempo de Cuaresma y el Vialucis durante el Tiempo de Pascua. En otro Tiempo litúrgico se puede emplear los días viernes, el Viacrucis y los días sábados y domingos, el Vialucis. Puede ser utilizado también en momentos de pasión, de cruz, de sufrimiento, de duda por los cuáles pasamos los seres humanos, así como en momentos de victoria, de júbilo, de gozo por los logros, para dar gracias a Dios.
Está diseñado para orar caminando, como ejercicio espiritual y pedagógico, pues nuestra vida y discipulado con Jesús son un continuo caminar en busca de una vida digna. El viacrucis se hace presidido por la cruz y el vialucis presidido por el Cirio Pascual. Si las personas están impedidas o, por alguna circunstancia, prefieren hacerlo sin el ejercicio de caminar, se sugiere hacer un círculo y poner la cruz o el cirio, según el caso, en el centro. Se puede hacer a solas en la habitación con el Cirio y la cruz en la mesa de noche. Especialmente en el vialucis, se pueden hacer todos los encuentros o solo algunos; algunas personas prefieren hacer uno cada día. Lo importante es vivir el acontecimiento y experimentar a Jesús que camina con nosotros y nosotros con Él.