Reseña

El vestuario como producto cultural, invención y fabricación construye una frontera entre la piel y el sistema social, entre la naturaleza y la cultura. Al vestirse los cuerpos quedan envueltos con un objeto, que es a su vez un símbolo de uso reglamentado que 10 sujeta y 10 vuelve dócil a la internalización de la norma social en relación al movimiento, al desplazamiento, a la acción; así mismo, fomenta un régimen de cercanías o alejamientos con otros cuerpos. Los vestuarios de la novela María, de Jorge Isaacs, son una manera de habitar el espacio y factores decisivos para agenciar el comportamiento y la apariencia de los cuerpos. La persona es al mismo tiempo moldeada y moldeadora de su yo y con base en su experiencia transcribe en otros cuerpos la disciplina indeleble de la apariencia. En este texto ve, remos que con el fin de "amoblar el alma" o de "vestir el alma" la sociedad señorial vigila, desde el cuerpo, el acato de una fisiología moral aprendida en la vida privada del hogar como ejercicio de las virtudes y la tradición; en consecuencia de todo lo cual el vigor del alma dotaba al cuerpo de las cualidades para actuar con buen tono, fineza y elegancia, con un cuerpo envuelto en telas y cercano o lejano a objetos que jugaban un papel táctico y estratégico (De Certeau, 1996) en el espacio social. En este sentido, la fisiología moral y las gramáticas corporales dependen una de la otra y le dan sentido a la totalidad de la escenificación de la apariencia.En este texto ve, remos que con el fin de "amoblar el alma" o de "vestir el alma" la sociedad señorial vigila, desde el cuerpo, el acato de una fisiología moral aprendida en la vida privada del hogar como ejercicio de las virtudes y la tradición; en consecuencia de todo lo cual el vigor del alma dotaba al cuerpo de las cualidades para actuar con buen tono, fineza y elegancia, con un cuerpo envuelto en telas y cercano o lejano a objetos que jugaban un papel táctico y estratégico (De Certeau, 1996) en el espacio social. En este sentido, la fisiología moral y las gramáticas corporales dependen una de la otra y le dan sentido a la totalidad de la escenificación de la apariencia.