Avances en el manejo y control de Fusarium oxysporum en el cultivo de uchuva
Autores: | Zapata, Jimmy Alexander May, Alexander Smith Díaz García, Andrés Mesa, Paula |
La uchuva (Physalis peruviana) es una planta perenne, herbácea, que crece silvestre o semisilvestre. Se propaga normalmente por semilla; sus flores son solitarias y hermafroditas, fácilmente polinizadas por insectos, el viento o autopolinización. El fruto es una baya globosa u ovoide y jugosa, con un diámetro entre 1.25 y 2.15 cm y un peso entre 4 a 10 gramos, con una estructura interna similar a la de un tomate. La baya varía de color amarillo a ocre o amarillo naranja cuando madura; su piel es delgada y lustrosa y está recubierta con un cáliz o capacho (Figura 1). El cultivo de la uchuva presenta buen comportamiento en las regiones que se ubican entre 1800 y 2800 metros sobre el nivel del mar, con alta luminosidad, temperaturas promedio entre 13 y 18 grados centígrados, precipitación anual de entre 1000 y 2000 milímetros y humedad relativa de 70 a 80 por ciento, preferiblemente en suelos con una estructura ranular y una textura areno – arcillosa, que contengan altos contenidos de materia orgánica y un pH entre 5.5 y 6.8. Aunque no se conocen variedades definidas de la especie P. peruviana, sí se conocen varios ecotipos, cultivándose básicamente tres: Kenia, Sudáfrica y Colombia, de donde han tomado sus nombres; estos se diferencian por el color y el tamaño del fruto, por la forma del cáliz y por el peso de los frutos cuando maduran.