Reseña

Aunque todos sabíamos que en el fondo de su alma grande se agazapaba, como entre asustado y tímido, un poeta, se necesitó la insistencia afectiva de los amigos María Mercedes Carranza y Mario Rivero para que este ex presidente colombiano, nacido de padres campesinos en las recias montañas antioqueñas, soltara finalmente sus poemas. Así aparecieron, hace diez años, los primeros, y siete años más tarde, los segundos, en la revista Golpe de Dados. Más recientemente, con la complicidad a toda prueba de Dalita Navarro, su mujer, se imprimieron estos versos en una bella edición de colección, de trescientos cincuenta ejemplares numerados y firmados, titulada Poemas del caminante. Es esa misma colección de poemas la que ahora Villegas Editores "con igual y afortunada complicidad" publica en esta primera edición popular, que aspira a poner al alcance de todos sus admiradores los esquivos versos del poeta. Los poemas de ese hombre de "carismática individualidad", a quien el insondable sino de hacer versos logró desplazar, en su contienda interior, muchas otras de sus maravillosas facetas. Poemas del caminante un libro que sin duda dejará sorprendido a más de un lector. Este es un libro de gran factura que recoge de una manera geográfica y cronológica unos versos sólidos, clásicos y sin pretensiones. El primer recorrido denota conocimiento no sólo de los lugares que ha visitado sino también una profunda sensibilidad hacia esas culturas y hacia sus ámbitos más útiles. En el transcurrir cronológico se puede ver cómo el poeta avanza solo, tratando de pulir sus palabras como piedras durísimas que se oponen a dejar salir su belleza sin resistencia. Como siempre la bella publicación de Villegas Editores sumada a las ilustraciones de José Antonio Suárez Londoño hacen que el libro sea más que agradable y que esté a tono con el poeta que se revela de esta manera a un público que esperaba algo más que los cortos tirajes en los que habían sido publicados antes sus versos.