Reseña

Son las once de la noche. La habitación está oscura y solo brilla la pantalla del celular. Entre videos, memes, notificaciones y mensajes, el tiempo se escurre sin que lo notes. Estás presente, pero ¿realmente estás ahí?

Me desconecto, luego existo es un llamado a detenernos en medio del ruido digital y preguntarnos qué significa existir en una época donde “aparezco, luego existo” parece reemplazar al “pienso, luego existo” de Descartes. Este libro no condena la tecnología ni sueña con un pasado sin pantallas; más bien explora cómo no confundir la visibilidad con la vida, ni el registro con la experiencia.

De la mano de Descartes, Kierkegaard y Simone Weil, la obra ofrece un viaje filosófico cercano y cotidiano: la pausa como resistencia al ruido, la angustia como marca de la libertad, la atención como forma de justicia. Tres claves para repensar quiénes somos en un mundo que premia el aparecer, pero olvida el estar.

Lejos de sermones o recetas mágicas, este texto acompaña la incomodidad de reconocernos hiperconectados y a la vez profundamente solos. Una invitación a recuperar la presencia, a habitar los instantes aunque nadie los registre, y a descubrir que desconectarse, a veces, es la forma más radical de existir.