Reseña

Este libro pretende destacar el trabajo de los compositores reunido en frases, escritores de canciones que con sus letras lo trascienden todo y más: el tiempo, los géneros, la música, la vida, el amor, el desamor, la injusticia y la muerte; esta última que con sus coplas burlan, pues los artistas no se mueren nunca del todo. No hay una búsqueda de resultados, ni de corrientes, ni de oleadas temporales o espaciales, ni alguna arqueología de historias para descubrir cómo nacieron las canciones, únicamente un viaje –ojalá emocional y placentero– a los sentimientos plasmados en ese ritmo particular bautizado: salsa. Sí. Esta acaso antología –como todas incompleta y solo por momentos arbitraria– no está destinada a expertos, ni a coleccionistas, ni a melómanos, ni a estudiosos del fenómeno que sigue vivo y anida en Cali, donde no nació, pero donde se reproduce y donde tal vez nunca muera. Este texto va dirigido entonces, con especial afecto y admiración, a quienes con su inspiración dejaron para la posteridad letras inolvidables que el pueblo memoriza, tararea y aclama; convirtiéndolas en su filosofía de vida, en una forma de oír: de ver y entender el mundo. Va dirigido al pueblo. A nuestra cultura popular, subestimada antaño y recogida hoy como estandarte de la salseridad caleña.