Reseña

El niño de los naranjos es un cuento basado en una leyenda que ocurrió hace muchos años, obviamente envuelta en un marco de fantasía.

Heri, el protagonista, era un niño obediente y juicioso, que realizaba con mucho esmero las tareas diarias que le encomiendan sus padres. Una mañana, salió por el Camino Real, muy contento como siempre, y convencido de que encontaría frutas en aquel pueblo llamado Coscuy, donde había total escasez de ellas. En el camino, se encontró con un personaje hermoso y misterioso, que, avivando más su fe, lo impulsó a seguir caminando, hasta encontrarse con un inmenso sembrado de naranjos, Heri, muy contento, recogió algunas naranjas, que posteriormente se perdieron en el fondo de un lago.

Cuando Heri le contó a su padre que había encontrado un sembrado de naranjos, y le mostró la única fruta que pudo rescatar, éste no le creyó y, en compañía de varios vecinos, salió en busca de los naranjos sin encontrarlos por ningún lado y, por consiguiente, calificando a Heri de mentiroso, fama que se extendió por todo el pueblo de Coscuy.

Pero, al final de la historia, todo el pueblo entendió que Heri había dicho la verdad, cuando tuvieron frente a sí aquel hermoso sembrado de naranjos que, hasta entonces, solo Heri había podido contemplar, porque nunca había dudado en su corazón de que lo encontraría. Todos recibieron una lección y se disculparon con aquel niño, al que habían juzgado de manera equivocada. Porque como había dicho un hombre sabio de Coscuy: ¨La verdad y la luz, siempre van cogidas de la mano¨.

Durante el relato del cuento, se menciona una competencia de botes que tenía como premio cumplir el sueño de Heri de visitar las islas Doradas. Y aunque por la prohibición de su padre, Heri no participó en la competencia, de todas formas, se le cumplió su sueño como recompensa final

El cuento resalta valores como: la fe, la obediencia, la transparencia, la honestidad y hace énfasis en que, los sueños cuando son del corazón, siempre se cumplen.