Reseña

Probablemente se esté preguntando: ¿por qué un libro de poemas tiene una síntesis? Humildemente, le confieso que siempre he sido algo loco e irreverente, y esta introducción no tiene más propósito que explicarle el porqué de esta recopilación; de dónde nace y hacia dónde va la idea de escribir poemas, y qué hizo posible la culminación de esta obra. Todos seguimos evolucionando en este mundo. Como de costumbre, lo que aquí busco es expresar versos desde el corazón. Antes de comenzar con esta recopilación poética, es importante aclarar que estos textos fueron escritos de manera empírica, como un intento sincero de brindar un granito de arena en medio de tanta tensión, para aliviar un poco la fricción que hoy se siente hasta en el alma. Este libro recoge un millar de sentimientos; a veces atormentados, a veces felices, a veces con ganas de llorar, o incluso con ganas de saltar de alegría. Surge desde un lugar muy personal, guiado por una vena artística que durante años no entendí de dónde venía. Tal vez no soy hábil con una guitarra, pero procuro, desde lo más profundo, mover fibras con una pluma. Este libro es también un tributo a los legados familiares, especialmente al de un hombre que, sin haberlo conocido, extrapoló en mí su talento. Esta obra es para mi viejo, que me cuida desde el cielo. “Desde las experiencias…”, -dice mi mamá-, vienen las mejores lecciones de vida; pero también los mejores versos, las mejores canciones, las mejores historias. Así nació este segundo libro. La vida, - y hoy lo entiendo mejor-, es un sinfín de experiencias y solo de nosotros depende aprender, cambiar, salir del fango o mantenernos en la cúspide. ¿Quiere descubrirlo?

Seguramente muchos le dirán que no puede, que sus sueños son imposibles. Pero no les haga caso. Si les cree, lo más probable es que los abandone. Yo también abandoné este libro en su momento. Había nacido al calor de un café, y luego quedó olvidado. Pero, años después, tomé nuevamente la pluma y retomé esta actividad hermosa, para escribir palabras y versos con el alma, sacar sonrisas y terminar esta segunda obra, que espero pueda ser articulada con trabajo social para, así, ayudar a muchos niños.