Reseña

La responsabilidad del servidor público ha sido históricamente una construcción progresiva, tanto en el plano legal como en el ético. Si bien en regímenes autoritarios del pasado la figura del servidor era vista como un mero ejecutor del poder central (sin posibilidad de cuestionamiento o sanción), el desarrollo del constitucionalismo moderno y de los Estados de derecho transformó esta noción, dotándola de una carga institucional que exige rendición de cuentas, sujeción a la norma y compromiso con el interés colectivo. Como lo reconoce el artículo 6 de la Constitución Política de Colombia, los servidores públicos no solo están sometidos a la Constitución y la ley, sino que también responden por sus omisiones y excesos en el ejercicio de sus funciones.