Pulsaciones escritas
Del interior salen historias con finales sin perdices, condescendencia ignorante, vicios mortales a los que fuimos inducidos desde la niñez, cuentos de infanticidios. Estos relatos nos hacen entender que el ritmo de la melodía de la muerte es imposible de seguir y nos recuerdan que todos somos susceptibles de caer en la monotonía, ya sea en la casa o en la calle, pero nunca a través de las palabras del silencio.